Estos tres poemas los escribí para un acto en el que participé el sábado 24 de Septiembre en la Casa Azul de Córdoba. "100 mil poemas por el cambio"
La tierra está llorando
como un vivo ante un cadáver.
El cielo se va callando;
más tarde vendrá el desastre.
Todo aquello que está viendo
es muerte y desolación.
Sus lágrimas van callando
ante todo este dolor.
Cómo la tierra va ardiendo.
Cómo todo es llama en ella.
Cómo el mundo va muriendo:
Oscuridad, dolor y pena.
La paloma ya no vuela
porque sus alas se han roto.
La paloma ya no ve
porque han vendado sus ojos,
para que crea que hay paz
cuando todo ya está muerto,
y no vea incumplimiento
en aquello que ha propuesto.
La paloma no es paloma
si ya no mira a la cara,
si no da, si no regala
lo que en este mundo falta.
Creo en un mundo de risas:
lo he visto entre los cristales.
Los niños eran felices
a plena luz, en la calle.
Sin miedo a nada ni a nadie,
sin miedo al hombre del saco,
sin temor hacia delante,
ni hacia atrás ni a ningún lado.
La tierra está llorando
como un vivo ante un cadáver.
El cielo se va callando;
más tarde vendrá el desastre.
Todo aquello que está viendo
es muerte y desolación.
Sus lágrimas van callando
ante todo este dolor.
Cómo la tierra va ardiendo.
Cómo todo es llama en ella.
Cómo el mundo va muriendo:
Oscuridad, dolor y pena.
La paloma ya no vuela
porque sus alas se han roto.
La paloma ya no ve
porque han vendado sus ojos,
para que crea que hay paz
cuando todo ya está muerto,
y no vea incumplimiento
en aquello que ha propuesto.
La paloma no es paloma
si ya no mira a la cara,
si no da, si no regala
lo que en este mundo falta.
Creo en un mundo de risas:
lo he visto entre los cristales.
Los niños eran felices
a plena luz, en la calle.
Sin miedo a nada ni a nadie,
sin miedo al hombre del saco,
sin temor hacia delante,
ni hacia atrás ni a ningún lado.